-->
Querido
lector:
Hoy
voy a recomendarle la lectura de varios libros de uno de los mejores
escritores del siglo XX, el austriaco Stefan Zweig (1881-1942).
Zweig
fue en su época un autor muy reconocido que sufrió posteriormente
en carne propia, por su condición de judío, las persecuciones del
nazismo. Tanto perdió en su vida por ese motivo que, desengañado
del mundo y convencido de que Hitler iba a ganar la guerra, decidió
junto con su mujer, Lotte Altmann, quitarse la vida en su exilio
brasileño.
A
este autor lo he descubierto recientemente, pero en poco tiempo he
leído bastantes libros suyos. Me parece que su prosa es sublime,
deslumbrante. Las palabras fluyen en sus libros como engastadas en
una delicada pieza de artesanía. Leer a Zweig es una experiencia
mágica, maravillosa. Su estilo no es excesivamente complicado, pero
sí lo suficientemente elaborado como para que fondo y forma,
expresión y contenido, vayan de la mano en su obra, heredera de la
mejor tradición de la literatura centroeuropea.
La
editorial Acantilado está llevando a cabo una magnífica labor de
recuperación de la obra de este autor en preciosas ediciones con
estupendas traducciones de la prodigiosa prosa en alemán de Zweig.
El
itinerario que he seguido en busca de este autor ha sido el
siguiente: primero encontré de casualidad, en un rastrillo literario
del colegio de mi hija y a precio de saldo, sus memorias, El mundo
de ayer. Es un testimonio que
retrata magistralmente los años finales del imperio austrohúngaro,
el advenimiento de la Primera Guerra Mundial, el período de
entreguerras y, finalmente, la Segunda Guerra Mundial.
Mi
compañero de trabajo y, a pesar de ello, amigo Paco García me pasó
los Momentos estelares de la humanidad,
compuesto de catorce episodios históricos que fueron cumbres de la
inspiración o del ingenio humanos (el nacimiento de La Marsellesa, el estreno de El
Mesías de Handel, el
descubrimiento del Pacífico...).
Luego
compré y leí Fouché,
que es la biografía de este político francés y de sus logros al
medrar y cambiar de chaqueta en cada momento histórico.
Sinceramente, este libro no me gustó tanto como los ya citados,
debido a su excesivo psicologismo.
Zweig
escribió bastantes biografías: la de María Antonieta, la de María
Estuardo, la de Erasmo de Rotterdam..., tantas que se convirtió en
un experto en este subgénero literario.
Después
de leer Fouché me
compré la famosa novela corta Carta de una desconocida,
que me fascinó.
Decidí
entonces, antes del verano, encargar a mi librero de confianza las
Novelas de Zweig,
editadas en un solo volumen por Acantilado.
Curiosamente,
a pesar de que es un libro caro, pues cuesta cuarenta y nueve euros,
la editorial ha sacado ya la segunda edición del mismo.
De
las once novelas que componen el libro, entre ellas la ya mencionada
Carta de una desconocida,
destaco especialmente las siguientes: Ardiente secreto,
maravillosa historia de descubrimiento del mundo adulto por un
adolescente; Los ojos del hermano eterno,
que es una historia que nos hace reflexionar sobre la mejor opción
de vida que podemos elegir; Veinticuatro horas en la vida
de una mujer, que habla de cómo
en un momento podemos tirar nuestra vida por la borda; El
candelabro enterrado, una
leyenda del peregrinaje y el sufrimiento sempiternos del pueblo
judío; Novela de ajedrez,
historia de un brillante jugador de ajedrez con el trasfondo del
clima de terror de la Alemania nazi y La embriaguez de la
metamorfosis, historia de una
mujer humilde que es llevada a un ambiente de lujo y ostentación,
preciosa novela en la que destaca la plasticidad de las descripciones
sensoriales.
En
definitiva, leer a Zweig es un auténtico gozo. A ello he pretendido
invitarles hoy. Reciban un saludo cordial.
Comentarios