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Mostrando entradas de noviembre, 2014

DEJARSE LLEVAR (UNA GUÍA NECESARIAMENTE ABREVIADA Y HUMILDE DE LA TÉCNICA DE LA MEDITACIÓN, DEDICADA A LOS ANSIOSOS DE ESTE MUNDO DE PRISAS Y AGOBIOS)

   El deseo de meditar, la complacencia en el meditar, van ganándome a mí por grados; conforme avanzo en la vida leo menos y medito más; en realidad, el fruto de la lectura no es menor ahora -cuando leo menos libros- que antes; leía antes más libros, leía sin cesar libros y libros, y de todos ellos sólo quedaba en mí una porción pequeña, acaso lo esencial; lo esencial de entonces ha variado tal vez ahora para mí; los pocos libros que ahora leo los aprecio en todos sus matices y encuentro en ellos accidentes y circunstancias en que antes no reparaba. Todo ello, naturalmente, es resultado de la meditación.     José Martínez Ruiz, “Azorín”: El escritor .     Deseche esos pensamientos infantiles de queja permanente que siguen acuciándolo una y otra vez, porque meditar es un acto reservado sólo a las personas que han dejado atrás el es que , la queja constante. Sólo quien haya dejado de quejarse de la vida puede acceder al caudal sin fon

¿MEDITAR ES ORAR?

-->     Quedeme y olvideme, el rostro recliné sobre el Amado; cesó todo y dejeme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado. San Juan de la Cruz: Noche oscura del alma.     ¿Es la meditación una forma de oración? No necesariamente.     Aunque la meditación está vinculada desde hace siglos a la práctica de la oración, cualquier persona -creyente o no creyente- puede acudir a los beneficios terapéuticos y enriquecedores del acto de meditar sin asociarlo al acto de rezar a Dios.     Orar es, según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), h acer oración a Dios, vocal o mentalmente . La palabra oración tiene varias acepciones en dicho diccionario: una es súplica, deprecación, ruego que se hace a Dios o a los santos y otra, elevación de la mente a Dios para alabarlo o pedirle mercedes .     Por tanto, el acto de rezar o de orar necesita de la palabra, ya sea dicha o pensada. La meditación, no obstante, es un acto en el que no p

LA SERENIDAD

   El Maestro contempla compasivo las partes porque comprende la totalidad. Lao Tse: Tao Te Ching .    Queridos lectores:    Algunos de ustedes me conocen en persona y no sé si han notado últimamente un cambio en mí. Sí, yo también lo noto: estoy últimamente muy alegre. No es que yo sea un ajo porro en condiciones normales, pero el caso es que ahora estoy reencontrándome con mi verdadero yo, que siempre se ha caracterizado por el buen humor.    El que me conozca de cerca sabe que en el pasado he sufrido ciertos padecimientos derivados de un estrés desbocado, fruto de un excesivo perfeccionismo, de una autoexigencia brutal y de un deseo de estar siempre en todos los fregados.    Pero he cambiado, o al menos estoy cambiando. ¿Y qué es lo que ha provocado en mí esta transformación tan apasionante? La meditación diaria.    El caso es que por causa de mis problemas con la gestión del estrés, entré en contacto con el mundo de la meditación.     Primero